La denominada ?Ruta del Argar? tiene su origen en Lorca, una iniciativa que partió de la idea de muchos aventureros y peregrinos jacobeos que entendían que la partida hacia la ciudad Santa debía ubicarse, como históricamente así sería, desde el lugar de origen de cada peregrino. La denominación ?Ruta del Argar? obedece a la idea supracomarcal que se le ha querido dar a esta Ruta. Recordemos que la cultura del Argar surgió en el Sureste Español hace muchos cientos de años. El camino de Santiago como Ruta de Culturas, de unión de los pueblos, tendrá con esta Ruta un nuevo evento de relaciones que va desde el Sureste al Noroeste Peninsular. Ante la inquietud general de emplear el tiempo libre en actividades en la naturaleza que a la vez requiera cierto esfuerzo físico se crea esta Ruta del Argar. En los años 1994-1995-1996 y 1997 todos sus veranos en vacaciones los dedicamos intensamente al trabajo de campo por donde nos permitían las docenas de mapas que tuvimos que manejar para el desarrollo de la ruta. Siendo en el verano del 1 al 15 de agosto de 1998 cuando pusimos en marcha una expedición con vistas al año jacobeo del 1999 si todo nuestro trabajo era realizable. La expedición la formaban 16 personas, siendo 6 ciclistas de distintas edades para catalogar la dureza, 4 cocineros, 1 medico, 1 cámara, 1 conductor de vehículos todo-terreno de apoyo y avituallamiento y 3 personas para ir controlando y confirmando con los distintos ayuntamientos las estancias y pernocte en los pabellones municipales de las ciudades determinadas como fin de etapa y aprovecharnos de su infraestructura, toda vez, que como es lógico en esta ruta no se cuenta con albergues de peregrinos, como en la ruta tradicional del norte salvo en las ciudades que pasamos que se junta con la ruta de la plata y la ruta portuguesa. Pero creemos que esto no debe de amedrentarnos, pues podemos utilizar desde los innumerables hoteles, hostales, pensiones, camping, etc? de las ciudades o echando mano a los alcaldes pedáneos y curas de muchas iglesias de los pueblos encantadores que nos encontramos para solicitar albergue. Todas estas circunstancias y en la seguridad de que esta Ruta del Argar ira a más, ya que no ha hecho otra cosa sino que empezar a caminar, nos lleva a la idea de ir señalizando la misma, aprovechando el año jacobeo 2004 para ir colocando unos mojones de piedra natural de unos 400kg de peso en aquellos pueblos o ciudades que hemos establecido como final de etapa del peregrino para que pudiera servir de referencia a las personas que quisieran hacer el camino. |